Embalar el equipaje en este tipo de materiales se ha convertido en una solución popular en muchos aeropuertos
Cada día alrededor de 100.000 aviones surcan los cielos de nuestro planeta, transportando a millones de viajeros en vuelos locales y transoceánicos. Sin embargo, mientras confiamos en que nuestras pertenencias estarán a salvo en el viaje, el riesgo de daños, manchas o incluso pérdidas en nuestras maletas sigue siendo una preocupación constante.
Para abordar esta problemática, en varios aeropuertos se ha implementado una solución efectiva y práctica: envolver el equipaje en plástico. Una solución que está disponible en pequeños quioscos ubicados estratégicamente en las instalaciones aeroportuarias desde hace varios años. Gracias a ellos, los viajeros simplemente deben colocar sus maletas sobre una plataforma giratoria y un operario se encargará de cubrirlas con múltiples capas de una delgada película transparente, azul o verde. Pero, ¿para qué sirve realmente envolver nuestras maletas en plástico antes de facturarlas? Una de las principales ventajas de esta técnica es su versatilidad, ya que puede aplicarse a todo tipo de maletas, independientemente de su tamaño o forma. Desde mochilas y maletines hasta maletas de viaje más grandes, todas pueden recibir el beneficio de esta envoltura protectora. Además, el material plástico utilizado en este proceso es duradero pero ligero, lo que no representa una carga adicional para el peso total del equipaje, evitando preocupaciones por exceder los límites de peso establecidos por las aerolíneas.
Si bien la envoltura de equipaje en plástico se ha convertido en una solución popular en muchos aeropuertos, aún existen algunos aspectos a considerar. Algunos críticos argumentan que esta práctica podría generar un desperdicio de plástico adicional, contribuyendo a la problemática global de la contaminación.
Protección ante hurtos
Las personas que envuelven su equipaje en plástico esperan disuadir a los ladrones de revisar su equipaje y robar cualquiera de sus pertenencias. Dado que los ladrones querrán hacerse con tantos artículos valiosos como sea posible, es probable que roben artículos individuales en lugar de varias bolsas enormes, ya que robar equipajes sin saber qué hay en ellos generalmente solo lleva a los ladrones a obtener ropa de extraños. Por lo tanto, normalmente revisarán las maletas antes de decidirse por una u otra. En ese sentido, el envoltorio de plástico es un elemento disuasorio para estos ladrones porque deshacerlo requiere mucho esfuerzo y es mucho más fácil para ellos mirar a través los equipajes que no cuentan con una envoltura de plástico.
Protección ante golpes y arañazos
Las personas que envuelven su equipaje en plástico también esperan mantenerlo a salvo del desgaste producido por la fricción y las caídas accidentales. Asimismo, los elementos naturales, como la lluvia y el polvo, pueden ser bastante dañinos para nuestras maletas. Por lo que, a menos que nuestro equipaje esté hecho de materiales especiales a prueba de polvo y agua, nuestras maletas pueden dañarse mientras se transportan de un lugar a otro.
Además, las personas que manejan el equipaje hasta la aeronave cuentan con poco tiempo para cargarlo en el avión, por lo que tener una capa de envoltura de plástico que lo proteja puede evitar que la maleta sufra algún tipo de desperfecto en los bordes mientras la manipulan. Asimismo, mantiene seguros los artículos dentro del equipaje porque garantiza que no estén expuestos.
Protección ante contrabando
Los contrabandistas que buscan colar mercancías ilícitas dentro de los aviones evitan las maletas envueltas en plástico porque es demasiado complicado introducir elementos en ellas. Las aerolíneas tienen reglas muy específicas con respecto a lo que está y no está permitido en los aviones. Si se descubre que viola estas normas, su equipaje puede ser confiscado y se puede enfrentar consecuencias bastante serias así como la prohibición de subir al avión.
Los contrabandistas a veces intentan transportar materiales ilegales colocándolos en las bolsas de otras personas y recogiéndolos una vez que aterriza el avión.
Por ejemplo, si alguien quiere llevar drogas en un avión y no quiere correr el riesgo de guardarlas en su equipaje, puede intentar colocarlas en las maletas de otra persona. Esto no sería posible si una maleta estuviera envuelta en plástico, ya que quitar y volver a embalar el equipaje no es una opción factible cuando se intenta pasar desapercibido en medio de un aeropuerto.
Texto tomado de: https://www.abc.es
